Historias del Forlorn Hope: Barbacoa Colombiana

Night city, 17 de Diciembre del 2020. Mientras Willy se dedicaba a montar y desmontar la armadura potenciada "recuperada" de Arasaka, recibió una llamada desde el Hope: Dolar Bill, oficial de inteligencia del ERL-601, ahora reconvertido en arreglador de éxito, tenía una misión que requería de un especialista en demoliciones, un piloto de Av, y algo de músculo. Contactando con su novio Ciberperro, consiguió los nombres de dos recién llegados a la ciudad, Alexander "Shasha", especialista en operaciones negras, y Spunkmeyer "el predicador", cazarrecompensas. Spunkmeyer se encontraba ocupado en ese momento "redimiendo" a unos enanos del circo mundial, pero recomendó a Diego "el argentino", negociador independiente que trabaja ocasionalmente con la policía de Night city. Shasha contactó con dos colaboradores suyos, que resultaron ser Hawk y Eyes, completando así el equipo.

Reunidos todos en el Hope, Dolar presentó el trato: 2.000 €$ por destruir un aeródromo oculto en la selva Colombiana propiedad del Narcotraficante Diego Entrada y todo vehículo aéreo presente en él, vestidos con el equipo de los comandos de Biotechnia, corporación agrícola con claros intereses en el negocio de las drogas. Estando todos de acuerdo, embarcaron en un carguero para dirigirse a las costas de Colombia, donde Eyes les llevaría con un Av-4 sin marcas al punto de la selva desde el que comenzaría la misión. Desde allí, tras una caminata de dos horas por la selva, llegarían a la plantación con una hora de tiempo para observar el terreno y decidir el mejor plan de acción. La inserción en la tupida jungla fue perfecta, pero la oscuridad y las duras condiciones del terreno despistaron al grupo, que sufrió leve desvío y consiguiente retraso en el plan. Para cuando llegaron al aeródromo ya eran las 12:30, y tenían solo media hora para el reconocimiento...

La seguridad no era muy buena (al fin y al cabo, hablamos de un lugar perdido en una de las más impenetrables selvas del mundo...) y tras inutilizar Shasha y Diego a una patrulla de paramilitares que recorría el perímetro, Willy pudo colocar explosivos en la pista de aterrizaje y los depósitos de combustible sin ningún problema; sin embargo, inutilizar el vigilado jet privado de Entrada y el edificio de la guardia iba a ser algo más complicado: improvisando unos silenciadores con sus cantimploras, Shasha y Hawk eliminaron a los dos hombres que custodiaban el jet. Willy preparo entonces una complicada demolición que derribaría la torre del aeródromo sobre el edificio de la guardia, mientras el Argentino interfería la frecuencia de radio del aeródromo y comenzaba una emisión improvisada de "radio chango" que distrajo a los guardias. Para cuando quisieron reaccionar, todo volaba por los aires...

Los pocos supervivientes salieron del edificio desarmados y rindiéndose, pero involuntariamente revelaron que, en la plantación de Entrada, quedan todavía prisioneros de guerra americanos, esclavizados y torturados durante más de diez años...