lunes, 29 de noviembre de 2010

Historias del Forlorn Hope: La caida de Axeman (4)


Con el objetivo claro, el equipo se dividió para conseguir rápidamente toda la información posible sobre Edison Wright y su casa; Preacher se encaminó hacia las oficinas de Militech en Pacifica, para intentar que Militech permitiese el secuestro/asesinato de Wright dentro de un área bajo su jurisdicción. Tras identificarse en la recepción de unas modernas y sencillas oficinas, Preacher pidió ver al oficial superior, ante lo cual la secretaria del complejo, nada impresionada ni competente, le hizo esperar durante una hora (probablemente esperando que Spunkmeyer decidiese irse y volver en otro momento...). En vez de esperar más, por el expeditivo método de la patada en la puerta, y tras unas palabras con el sargento de guardia, Preacher consiguió hablar con el Tte. Coronel Ford, al mando de las instalaciones de Pacifica, un corpulento sureño de pura cepa, fumador en pipa y bastante cercano a la "revelación divina". Aunque no podía autorizar una actuación de ese tipo dentro de la base ni desproteger a quien pagaba su factura regularmente, estuvo de acuerdo en proporcionar toda la información que los modernos medios de protección corporativa podían dar, e insinuó que si el asalto se producía más allá de los muros de Pacifica, Militech no se preocuparía por ello en absoluto...

Por su parte Diego volvió a encaminarse al infame Flash en busca de Cuchillas; el solar escogido era más amplio y había más seguridad, pero la misma "música" ensordecedora y los mismos habituales descentrados plagaban el local. A Diego le costó mucho llegar hasta la pista del segundo piso donde Cuchillas danzaba al tiempo en la red y la realidad, pero poco en convencerla para que entrase en el sistema de Wright para ver como era la seguridad y si podía tomar el control de los sistemas defensivos del interior de la casa. Esta vez fue Diego quien sugirió cerrar el trato con un baile, y una vez más se convirtió en torrido sexo vertical rodeados de gente y al ritmo del techno rock de moda...

En cuanto a Lince y Shasha, prefirieron una aproximación más física y clásica: cargaron el equipo de vigilancia y se encaminaron a un cerro fuera de los límites de Pacifica desde donde espiar el interior de la casa. Durante el día no hubo problemas, y pudieron ver la distribución de la finca y como la seguridad privada patrullaba el perímetro sin descanso; pero mientras se preparaban para completar la vigilancia durante la noche, unos cuantos adolescentes cargados de alcohol y hormonas se presentaron con varias motocicletas y una pick-up en medio de su posición, dispuestos a disfrutar de una noche de juerga en la montaña. Escondidos entre los árboles (Shasha) y colgando detrás de un acantilado (Lince), esperaron hasta que se hizo evidente que los chavales no pensaban irse en mucho tiempo. Lince salió entonces de su escondite y amenazó a los chicos para que le diesen el dinero y el coche; uno de los chicos, probablemente alguien con algo que demostrar o una novia cerca, se encaró con ella, con fatales resultados: disparo por debajo de la rodilla y amputación traumática de la pierna... Los dos chicos que todavía estaban montados en sus motos intentaron escapar pero Lince, que no quería matarlos, disparó a la rueda de una de las motos (aunque el chaval perdió el control de la moto al estallar la llanta y cayó por el cortado...) y Shasha, mucho menos compasivo, le voló la cabeza al otro. El resto de los chicos se pusieron histéricos y no opusieron resistencia cuando Shasha y Lince salieron de allí con su coche, que después quemaron en la Zona.

Al día siguiente todos se reunieron en casa para compartir notas; Cuchillas no había encontrado resistencia en el portátil de Wright, que es el sistema en el que desembocan los datos de la sanguijuela, pero el sistema de seguridad de la finca estaba en otro servidor. Saltar de uno a otro era factible, pero podía ser descubierta en el proceso. Más útiles fueron los datos de Militech, que mostraron que las únicas ocasiones en las que Edison abandonaba su casa era para dejar a un par de chicas en la ciudad e ir a buscar otras. La excelente vista del equipo permitió descubrir que el tipo de mujer que gustaba a Edison tenía un denominador común... el haber nacido hombres. Con esa información Diego contactó con sus amigos del Juliard, quienes le indicaron la zona en la que más probablemente Edison encontraba a sus amigas: la zona universitaria, en particular dos clubes, uno dedicado exclusivamente a la prostitución y el otro una discoteca de ambiente muy conocida y de alto standing, en la que había también mucha venta de sexo. Creyendo más probable encontrar en esta última a alguien que les informase sobre Wright, Diego subvencionó un nuevo vestuario para Lince que les permitiese a ambos integrarse y sonsacar a alguien; Preacher se quitó el alzacuellos y entró para cubrirles las espaldas mientras ellos se hacían pasar por cliente e intermediaria. Shasha esperaría en el coche.

Lince y Diego descubrieron dentro del club a dos de las chicas que habían estado con Edison en los vídeos de seguridad; mientras hablaban con ellas, un alto y musculoso travesti (ver fotografía adjunta...) se acercó a Preacher para "invitarle a una copa". Aunque este último afirmó no estar por la labor desde el principio, la insistencia del individuo (animada por Diego, que les invitó a una botella de champán) era tan constante que Preacher tuvo que salir del local aprovechando una distracción... Aunque Diego empezó haciendose pasar por un cliente, su encanto y habilidad con el baile hizo que una de las chicas decidiese irse con él a casa. Gracias a otra botella de champan y a algo de Maria, Lince se enteró por boca de la otra mujer que Edison era un tipo bastante siniestro, pero más aún lo era el jefe de sus guardaespaldas, un tal Justin, de aspecto psicko, y que no se separaba de su jefe ni durante las largas y viciosas sesiones de sexo. Durante las salidas del complejo, Justin y otro guardaespaldas acompañaban a Edison y, en otro coche, tres gorilas más vigilaban el camino; en total debía haber unos diez guardias. A pesar de alguna "sorpresa", Diego convenció a su chica, después de una larga noche de sexo, para que volviese a casa de Edison y les abriese la puerta; por un precio, claro...

lunes, 8 de noviembre de 2010

Historias del Forlorn Hope: La caida de Axeman (3)


... En ese momento, cuando Irina enseñaba el colgante que su desparecido hermano Dimitri le había regalado la noche de su desaparición, Indie le pidió permiso para examinarlo; recelosa, Irina accedió cuando esta se comprometió a cuidarlo. Dentro del camafeo, una fotografía de Dimitri sonriendo tras una pequeña protección de plástico que podía retirarse. Indie sacó la fotografía, miró detrás y... ¡Premio! Un número de diez cifrás escrito en el reverso. Aún no sabían qué era, pero ya lo averiguarían fuera de la Zona. A recoger al resto antes de que se metieran en un lío...
En la fiesta, Diego y Preacher bebían el alcohol destilado del lugar con moderación, y disfrutaban del hash con bastante más entusiasmo... Cuando vieron llegar a Lince, Shasha e Indie, empezaron a despedirse de los cubanos con camaradería alcohólica, y Diego prometió volver para hacer negocios con ellos. Pero sin que lo vieran venir, el Gansta al que Diego humilló en la pista no pensaba dejar las cosas así, y enfilaba hacia ellos por entre la gente con una mano oculta tras él; la cosa podría haber acabado mal, pero Indie distinguió la jugada desde lejos, y avisó a Diego por radio. Todos eran ahora conscientes de la amenaza, y se preparaban para responder, pero Lince salió del coche con un elegante giro, se acodó sobre el capó, disparó dos tiros al tipo, y antes de que cayese muerto al suelo ya estaba dentro del coche de nuevo. Los silenciadores y la tranquila y fría actuación de todos permitió que, para cuando escucharon los primeros gritos, ya enfilasen la siguiente calle... Antes de salir de la Zona, fueron testigos de la implacable justicia de la cuchilla: en el punto de salida, colgado de una cruz formada por vigas soldadas, el pandillero que les había pasado Smash sin el permiso de su jefe directo, estaba desmembrado y destripado como un pez, todavía sangrando: quien sea se había tomado su tiempo; probablemente el cadáver aún estaba caliente...

Tras devolver el coche a su colega nómada, Preacher pidió, apoyado por Diego, un descanso y breve sueño reparador. No fue hasta despertar cuando el primero descubrió entre horrendos picores que había vuelto con unas amigas de la fiesta: una plaga de ladillas le devoraba la entrepierna. Entre las risas de todos, Joe le prescribió un tratamiento y le advirtió de la suerte que había tenido al tener que preocuparse solamente de un picor demencial...

Tras una búsqueda en la red, el tipo de las fotos cariñosas fue identificado como el hombre del tiempo de una cadena de televisión de San Diego... Sin saber como relacionarlo con el caso, Diego mandó un mensaje a Cuchillas con el número descubierto en la foto de Dimitri, intentando que le diese alguna pista sin tener que decir más, pero el escueto "¿Estás de broma?" de ella le dejó casi igual... sólo casi, porque entonces se dio cuenta de que se trataba de unas coordenadas de red, unas justo al lado de la fortaleza de Infocomp en Night city, la megacorporación que controlaba el espionaje y el tráfico de información mundial desde la artificial fachada de cómoda neutralidad que solo puede permitirse quien tiene los ases marcados... ¿Acaso Dimitri construyó la sanguijuela que detallaban los planos encontrados en el despacho de Axeman y estaba en ese punto de la red? ¿Alguien de Infocomp jugaba sucio con su propia compañía? Para corroborarlo, Diego se colocó el interfaz y se sumergió en la cuadricula virtual de la red...
Al principio parecía que nada perturbaba el espacio de red de la fortaleza de datos de Infocomp, fuertemente defendida por programas y Sysops, pero, al acercarse, Diego vio que en realidad, la sanguijuela, colocada adyacente a la fortaleza, era invisible para todo aquel que no poseyese los códigos de acceso. Dentro de la misma, una pequeña CPU controlaba unas bases de datos que sustraían de Infocomp valiosa información susceptible de ser vendida fácilmente en la calle con poco riesgo. Una conexión remota enviaba los datos al exterior, pero sin las herramientas informáticas adecuadas, la única forma de saber a dónde los mandaba era colarse en el flujo de datos para ir hasta allí. Prudente (y desarmado...), Diego decidió salir de la red y comprar el programa que le diese la información sin tener que ir a un lugar completamente desconocido. Convenientemente equipado, descubrió que las coordenadas GPS del receptor estaban... en la urbanización donde viven, en Pacifica: se trataba de un complejo enorme perteneciente a un ejecutivo llamado Edison Wright. La hora de la venganza se acerca...