Madrugada del 6 de Diciembre del 2020, Night City; indecisos sobre el camino a tomar y la historia a contar, Johnny, Mano, Josey y el Cirujano discutían sobre si vender o no el alijo de armas dentro de la furgoneta de Roxxy y Kissy, y sobre si tirar los cadáveres al mar o deshacerse de ellos de otra forma. Enfrascados en la discusión, no escucharon las sirenas de la policía hasta que fue demasiado tarde: dos furgonetas del SWAT cerraban la calle en la que se encontraban, mientras un AV fuertemente armado les enfocaba con una luz y les "pedía" que saliesen del vehículo con las manos en alto... Superados en número y armamento, y subestimando las posibles consecuencias de sus actos, se entregaron; pronto comprendieron su error: cargos por secuestro, conducta temeraria, posesión de armas ilegales, varios cargos por asesinato en primer grado, traición (posesión de granadas autopropulsadas y demás armamento estrictamente militar), conspiración para cometer un delito y complicidad en el mismo. Aunque todos se rascaron el bolsillo para contratar el mejor abogado posible, éste sólo pudo ofrecerles dos vías: un juicio rápido presidido por una IA que aplicaría la ley a rajatabla de acuerdo con los datos introducidos por el ministerio fiscal y la defensa, o una espera de entre año y medio y dos años para enfrentarse a un juez y un jurado popular e intentar apelar al lado emocional humano y librarse de las penas máximas. Josey pidió un juicio rápido y la pena capital: fue ejecutado al día siguiente. Johnny escogió igualmente enfrentarse a la IA, buscando entrar en las "cadenas de presos" o cuerpos militares presidiarios, donde consiguió entrar y luchará hasta el fin de sus días en acciones suicidas para el gobierno americano. Tanto Mano como el Cirujano fueron trasladados a Alcatráz en espera de juicio, el cual se celebrará dentro de dos años...
Con la mitad del grupo fuera de juego, Willy reclutó a Eyes, Hawk y Grey para responder a la llamada de OTEC: una misión de espionaje pasivo en la que debían infiltrarse lo suficiente para llevar al netrunner hasta un cable submarino que llevaba corriente y datos hasta la ciudad flotante de Moreau, en el Golfo de México, y desde allí copiar todos los datos posibles y colocar un bot espía dentro del ordenador central de la ciudad. Había varias opciones de infiltración, pero contando con las habilidades disponibles se decidieron por sumergirse hasta el fondo oceánico, a 3.000 metros, y buscar el cable enterrado a unas 20 millas de la ciudad, lejos de cualquier sistema de defensa, confiando en las habilidades técnicas de Willy para encontrar y "pinchar" el cable antes de quedarse sin soporte vital.
Ya en posición, Willy localizó el cable sin problemas mediante un sistema de picas medidoras de corriente; Eyes paró entonces el sumergible en el fondo, atenta a los sistemas de localización pasivos, y Hawk cubría desde fuera con un lanzatorpedos portátil a Willy y a Grey, que en sendas armaduras de trabajo submarino comenzaron a desenterrar el cable. Después Willy uso termita submarina, una lanza térmica y una radial tamaño familiar para cortar la monstruosa envoltura del cable, y volvieron al sumergible a por más soporte vital antes de pinchar el cable y colarse en el ordenador. Pero en ese momento Eyes captó una forma rápida y aparentemente orgánica dirigiéndose a gran velocidad hacia ellos. Hawk salió del vehículo y se camufló entre la arena del fondo con el lanzatorpedos listo; a unos 500 metros disparó emboscando a ¡una ciberforma Kraken!: seis metros de endoesqueleto metálico y servos cubierto por carne y músculo diseñados genéticamente, placas de blindaje y un chip conectado a células cerebrales cultivadas en laboratorio; la idea de un calamar gigante del Doctor Frankenstein. El primer torpedo, de conclusión, diseñado para destrozar blancos orgánicos, no hizo mella en el blindaje de la criatura, y el segundo torpedo falló: Hawk ya tenía encima al monstruo, con tentáculos prensiles táser y un taladro de diamante por pico. Sacando su vibromachete, se encaró al bicho intentando clavárselo en algún punto vital y reducir distancias para dificultar los ataques. Willy y Grey saltaron hacia el cable temiéndose que Hawk sería superado rápidamente y buscando acabar el trabajo y salir de la zona en el sumergible a toda velocidad.
Pero Hawk tenía otros planes: esquivando por poco los tentáculos del kraken, volvió a coger de nuevo su lanzatorpedos, ésta vez apenas a un metro de distancia de la cabeza del "animal"; lo cargo con un torpedo standard antiblindaje y se lo disparó apretando los dientes. La cabeza del kraken se partió como un melón, pero la onda expansiva lanzó al aussie dando vueltas por el fondo oceánico, con la cabeza del revés y la placa pectoral de su traje submarino abierta. Si el traje no hubiese respondido sellando la brecha, la presión le hubiese destrozado en segundos, y si no se hubiera conectado su editor de dolor, el aturdimiento y el shock le habrían incapacitado para llegar al submarino antes de que el poco liquido de respiración que le quedaba dentro del traje se agotase. Pero nadie puede negar que Hawk tiene suerte...
Willy pinchó entonces la línea, y Grey se coló hasta la cocina dentro del sistema de datos de la ciudad. Activando subrutinas de camuflaje, colocó el daemon de vigilancia cerca de la CPU central sin problemas, pero después hubo de moverse dentro de los pasillos virtuales de la fortaleza de datos en busca de los bancos de memoria donde copiar datos relevantes sobre las actividades de CINO en esa zona del mundo; primero fue interceptado por un programa de vigilancia/taque, un temible perro infernal, y mientras estaba enfrascado en un combate contra él, una subrutina radar detectó el movimiento y empezó a activar sensores de alarma externos. Viéndose incapaz de superar a ambos programas y bloquear la señal de alerta a la vez, Grey intentó a la desesperada tomar control de la CPU principal antes de que los Sysops descubrieran la incursión... Gracias a sus reflejos, la velocidad de su terminal y una buena dosis de suerte y saber hacer, Grey controló el sistema los suficiente para borrar sus huellas, copiar los datos y salir de allí antes de que alguien se diese cuenta del pastel. Día de paga...