Tras una provechosa tarde de "conversión", Spunkmeyer "preacher" decidió ayudar a su amigo Diego, y se encaminó hacia el Forlorn Hope para ver en que jaleo estaba metido esta vez; allí Dolar Bill no puso ninguna objeción en que fuera a ayudarle a él y a sus compañeros, e incluso le fletó un helicóptero para que pudiese reunirse con ellos en el carguero a orillas de las costas colombianas (eso si, sin cobrar...) Apenas llegado allí, descubrió que Diego y el resto de compañeros estaban esperando que Eyes y su Av les fuese a recoger después de haber destruido el aeródromo de un señor de la droga en medio de la selva... Sin pensárselo dos veces subió al Av para apoyarles en caso de que la cosa se hubiese complicado.
Y si que lo había hecho: encontró al grupo interrogando a uno de los guardias del aeródromo, ahora totalmente destrozado, acerca de varios prisioneros de guerra que al parecer su jefe, Diego Entrada, mantenía como prisioneros desde el final de las ciberguerras contra la droga, ocurridas hace unos trece años... Decididos a hacer suyo el credo del Hope "no se deja a nadie atrás", partieron rápidamente hacia la plantación de Entrada, a unos cuantos kilómetros al norte, con la intención de dar un rápido golpe de mano y liberar a los prisioneros antes de que pudiese organizarse una contraofensiva. Con las prisas por evitar a los soldados que sin duda se dirigían a investigar las explosiones en el aeródromo, apenas supieron donde estaban los prisioneros antes de partir, sin siquiera pedir un plano del lugar. Arrancando las insignias de Biotechnia de sus uniformes, se encaminaron con el repostado Av hacia la plantación.
Al principio el plan parecía adecuado: pillados por sorpresa, los soldados cayeron rápidamente ante las gatlings del Av, y la puerta del bunker ante los explosivos de Willy; pero desde un bunker contiguo se empezó a ver posible movimiento de soldados enemigos, y tanto Preacher como Shasha tuvieron que contener la amenaza mientras Diego y Willy se cubrían con el otro bunker. Desde los campos llegaron varios vehículos ligeros, que, si bien terminaron siendo destruidos por Eyes, largaron una terrible ráfaga de 12,7 mm. sobre la posición de Diego y Willy, quedando ésta última terriblemente herida y mutilada... Hawk intentó estabilizarla a la desesperada, pero sólo las grapas y las drogas la mantenían entera. El resto se puso a buscar a los prisioneros dentro del bunker, pero tardaron más de lo previsto, ya que se encontraban en un asqueroso zulo excavado bajo el suelo, y apenas hablaban ya ingles; mientras, varios soldados armados con lanzamisiles Tierra-Aire Skorpion asomaron por el muro de la hacienda de Entrada, acribillando el Av hasta dejarlo lleno de agujeros y con la parte delantera totalmente destrozada; pero Eyes no cedió y devolvió el favor descargando sus ametralladoras gemelas sobre la parte superior del muro y causando graves bajas. Rápidamente cargaron a los prisioneros y a Willy en el Av y se prepararon para salir de allí lo más rápido posible... cuando un carro blindado Gladiator salio por la puerta delantera de la hacienda dispuesto a rematar el trabajo; esta vez Eyes estaba alerta y vació toda la munición que tenía sobre el carro, inmovilizándolo e inutilizando la mayor parte de su armamento... excepto el cañón principal, que de un solo disparo dejó totalmente reventado al Av, aunque Eyes se las arregló de nuevo para mantenerlo en el aire y salir de allí antes de que otra andanada los enviase a todos directos al infierno. Hawk pasó entonces a Diego una bomba incendiaria casera, "para mandar un mensaje a ese cabrón de Entrada", y antes de perder de vista la plantación pudieron contemplar como el laboratorio y la hacienda eran pasto de las llamas, y un helicóptero salía de allí en dirección contraria a la suya...
Sin embargo no hubiesen llegado hasta el barco si Willy no hubiese recuperado la consciencia gracias a un chute de Encaje negro, y aún mutilada y desangrándose consiguiera reparar el Av en pleno vuelo... justo antes de morir heroicamente en manos de Hawk. Con la oración por los caídos aúne en la boca de pracher, todos se agarraron a donde pudieron preparándose para tomar tierra en el carguero, maniobra nada fácil con el vehículo en ese estado. La suerte de Eyes se terminó, al menos parcialmente, y aunque consiguió aterrizar en horizontal, el Av patinó y se incendió, si bien por suerte apenas quedaba combustible y el breve estallido que se produjo les lanzó a todos fuera del chasis y del fuego; sin embargo el mal estado de los prisioneros hizo que dos de ellos pereciesen en el choque. Una victoria agridulce.