Con el objetivo claro, el equipo se dividió para conseguir rápidamente toda la información posible sobre Edison Wright y su casa; Preacher se encaminó hacia las oficinas de Militech en Pacifica, para intentar que Militech permitiese el secuestro/asesinato de Wright dentro de un área bajo su jurisdicción. Tras identificarse en la recepción de unas modernas y sencillas oficinas, Preacher pidió ver al oficial superior, ante lo cual la secretaria del complejo, nada impresionada ni competente, le hizo esperar durante una hora (probablemente esperando que Spunkmeyer decidiese irse y volver en otro momento...). En vez de esperar más, por el expeditivo método de la patada en la puerta, y tras unas palabras con el sargento de guardia, Preacher consiguió hablar con el Tte. Coronel Ford, al mando de las instalaciones de Pacifica, un corpulento sureño de pura cepa, fumador en pipa y bastante cercano a la "revelación divina". Aunque no podía autorizar una actuación de ese tipo dentro de la base ni desproteger a quien pagaba su factura regularmente, estuvo de acuerdo en proporcionar toda la información que los modernos medios de protección corporativa podían dar, e insinuó que si el asalto se producía más allá de los muros de Pacifica, Militech no se preocuparía por ello en absoluto...
Por su parte Diego volvió a encaminarse al infame Flash en busca de Cuchillas; el solar escogido era más amplio y había más seguridad, pero la misma "música" ensordecedora y los mismos habituales descentrados plagaban el local. A Diego le costó mucho llegar hasta la pista del segundo piso donde Cuchillas danzaba al tiempo en la red y la realidad, pero poco en convencerla para que entrase en el sistema de Wright para ver como era la seguridad y si podía tomar el control de los sistemas defensivos del interior de la casa. Esta vez fue Diego quien sugirió cerrar el trato con un baile, y una vez más se convirtió en torrido sexo vertical rodeados de gente y al ritmo del techno rock de moda...
En cuanto a Lince y Shasha, prefirieron una aproximación más física y clásica: cargaron el equipo de vigilancia y se encaminaron a un cerro fuera de los límites de Pacifica desde donde espiar el interior de la casa. Durante el día no hubo problemas, y pudieron ver la distribución de la finca y como la seguridad privada patrullaba el perímetro sin descanso; pero mientras se preparaban para completar la vigilancia durante la noche, unos cuantos adolescentes cargados de alcohol y hormonas se presentaron con varias motocicletas y una pick-up en medio de su posición, dispuestos a disfrutar de una noche de juerga en la montaña. Escondidos entre los árboles (Shasha) y colgando detrás de un acantilado (Lince), esperaron hasta que se hizo evidente que los chavales no pensaban irse en mucho tiempo. Lince salió entonces de su escondite y amenazó a los chicos para que le diesen el dinero y el coche; uno de los chicos, probablemente alguien con algo que demostrar o una novia cerca, se encaró con ella, con fatales resultados: disparo por debajo de la rodilla y amputación traumática de la pierna... Los dos chicos que todavía estaban montados en sus motos intentaron escapar pero Lince, que no quería matarlos, disparó a la rueda de una de las motos (aunque el chaval perdió el control de la moto al estallar la llanta y cayó por el cortado...) y Shasha, mucho menos compasivo, le voló la cabeza al otro. El resto de los chicos se pusieron histéricos y no opusieron resistencia cuando Shasha y Lince salieron de allí con su coche, que después quemaron en la Zona.
Al día siguiente todos se reunieron en casa para compartir notas; Cuchillas no había encontrado resistencia en el portátil de Wright, que es el sistema en el que desembocan los datos de la sanguijuela, pero el sistema de seguridad de la finca estaba en otro servidor. Saltar de uno a otro era factible, pero podía ser descubierta en el proceso. Más útiles fueron los datos de Militech, que mostraron que las únicas ocasiones en las que Edison abandonaba su casa era para dejar a un par de chicas en la ciudad e ir a buscar otras. La excelente vista del equipo permitió descubrir que el tipo de mujer que gustaba a Edison tenía un denominador común... el haber nacido hombres. Con esa información Diego contactó con sus amigos del Juliard, quienes le indicaron la zona en la que más probablemente Edison encontraba a sus amigas: la zona universitaria, en particular dos clubes, uno dedicado exclusivamente a la prostitución y el otro una discoteca de ambiente muy conocida y de alto standing, en la que había también mucha venta de sexo. Creyendo más probable encontrar en esta última a alguien que les informase sobre Wright, Diego subvencionó un nuevo vestuario para Lince que les permitiese a ambos integrarse y sonsacar a alguien; Preacher se quitó el alzacuellos y entró para cubrirles las espaldas mientras ellos se hacían pasar por cliente e intermediaria. Shasha esperaría en el coche.
Lince y Diego descubrieron dentro del club a dos de las chicas que habían estado con Edison en los vídeos de seguridad; mientras hablaban con ellas, un alto y musculoso travesti (ver fotografía adjunta...) se acercó a Preacher para "invitarle a una copa". Aunque este último afirmó no estar por la labor desde el principio, la insistencia del individuo (animada por Diego, que les invitó a una botella de champán) era tan constante que Preacher tuvo que salir del local aprovechando una distracción... Aunque Diego empezó haciendose pasar por un cliente, su encanto y habilidad con el baile hizo que una de las chicas decidiese irse con él a casa. Gracias a otra botella de champan y a algo de Maria, Lince se enteró por boca de la otra mujer que Edison era un tipo bastante siniestro, pero más aún lo era el jefe de sus guardaespaldas, un tal Justin, de aspecto psicko, y que no se separaba de su jefe ni durante las largas y viciosas sesiones de sexo. Durante las salidas del complejo, Justin y otro guardaespaldas acompañaban a Edison y, en otro coche, tres gorilas más vigilaban el camino; en total debía haber unos diez guardias. A pesar de alguna "sorpresa", Diego convenció a su chica, después de una larga noche de sexo, para que volviese a casa de Edison y les abriese la puerta; por un precio, claro...