3 de Enero de 2021, Night city; Shasha, Diego, Preacher e Indie preparaban la entrada en Westbrook, la fortificada megaurbanización de alto standing protegida por Arasaka donde se refugiaba el traidor Frank Hiraga. La seguridad era tremenda, la joya de la corona de Saburo, uno de los lugares por cuya reputación de inexpugnabilidad Arasaka es considerada la mejor empresa de seguridad del mundo: al menos tres checkpoints en cada acceso terrestre al complejo, misiles tierra-aire con control automático y manual, minas, trampas y armas automáticas autocontroladas en las zonas de campo a través, todo ello unido a tarjetas emisoras entrelazadas con la bio-huella de su portador para identificar a los residentes y a los trabajadores, en su mayor parte gente de Arasaka incluso entre el personal de servicio... Incluso el metro, que llega hasta allí principalmente como medida de precaución ante una posible necesidad de evacuación, posee fuertes controles y reconocimiento facial dentro de los propios vagones.
La dureza de la seguridad impresionó a los runners hasta el punto de la parálisis: ¿cómo demonios vamos a entrar ahí? Tal vez haya que plantearse renunciar a la misión. Todo ello antes incluso de empezar a investigar en serio; poco a poco, tímidamente, comenzaron a moverse en busca de información: los contactos de Diego exploraron el metro, Indie se acercó a Westbrook para controlar los transformadores del tendido eléctrico, Shasha se colocó en posición para obtener una visual del complejo (aunque sin mucho éxito, la verdad...) Tras todo un día planeando apenas habían avanzado nada, la única decisión tomada era trasladarse a vivir a casa de Eyes, en Pacifica. Todavía quedaban sobre la mesa demasiadas opciones y se encontraban bastante bloqueados: Shasha prefería volar la central eléctrica y entrar vía Av, aprovechando la ventana de entre 30 y 120 segundos que tardaría en conectarse el generador auxiliar para extraer el paquete de su casa; por su parte Diego no lo tenía nada claro, pero rechazaba el plan aéreo. El voto decisivo fue el de Preacher, que creía más en entrar campo a través. Decididos por esta vía, llamaron a Hawk y comenzaron los preparativos...
El sigilo del grupo no estaba mal, aunque habría que subir el de Indie para compensar y que no descubriese al resto; teniendo en cuenta las capacidades de los trajes fantasma decidieron ir de día. Las trampas podían ser detectadas y desarmadas sobre la marcha por Indie y Hawk. El único obstáculo real eran las armas de defensa perimetral (y los guardias de Arasaka, claro); para ello Diego se puso en contacto con un buen técnico especialista en burlar sistemas de seguridad, apodado Cerebro, que le indicó que necesitaba una muestra de la onda que emitían las tarjetas que cancelaban el sistema para construir un emisor similar. Para ello Diego e Indie se compraron ropa personalizada por el mismisimo diseñador Eji y se fueron a cenar al restaurante más exclusivo de Night City, Le Fontainebleu, donde creían poder captar la señal de la tarjeta de alguno de los residentes; la suerte les sonrió y pronto contaban con un emisor de señales con 20 metros de alcance y entre 7 y 10 horas de autonomía (no engañaría a los detectores manuales de los guardias, pero emite la señal que desactiva las armas...), un mapa aproximado de la zona urbanizada, y 24 horas para completar la misión...