lunes, 26 de julio de 2010

Vigilancia submarina


Night city, 18 de Diciembre del 2020; recibidos como héroes por parte de la gente del Forlorn Hope, Shasha, Spunkmeyer y Diego disfrutaban del nuevo respeto adquirido por su adhesión al primer mandamiento del Código: no se deja a nadie atrás. Mientras, la guerra por las acciones de IHAG entre OTEC y CINO se iba recrudeciendo más y más, hasta el punto en que Arasaka y Militech, en principio meros asesores, empezaban a tomar parte directa en las operaciones de campo, llegando a enfrentarse directamente. Los gobiernos de todo el mundo temblaban; los Edgerunners se frotaban las manos...
Desesperadas por reponer bajas, ambas compañías realizan ahora agresivas campañas de reclutamiento; en este ambiente, era de esperar que OTEC propusiera un contrato de trabajo a gente tan bien recomendada. Marie Cooper fue de nuevo la encargada de tentar a las tres nuevas figuras del Hope, ofreciendo 1.500 € semanales y el entrenamiento necesario por entrar a formar parte de "ésta nueva aventura empresarial" Como primer encargo se embarcarían en un submarino de alta tecnología junto con Eyes e Indie para realizar una operación a gran escala de espionaje de comunicaciones; dentro del mismo submarino, equipado con un sistema de realidad virtual de última generación, recibirían el entrenamiento necesario para interferir una serie de boyas de comunicaciones y después mantenerse sumergidos durante un mes recogiendo datos. Si no saltaba ninguna alarma tendrían tiempo más que de sobra para convertirse en expertos en operaciones marítimas y llevar a buen término ésta misión y las que llegaran después...
Sin embargo, aunque Spunkmeyer e Indie realizaron la difícil tarea de piratear las boyas sin hacer saltar las alarmas ni activar la autodestrucción de las mismas, apenas llevaban una semana de inmersión cuando un enorme submarino de CINO, con diez pequeños sumergibles monoplaza de intercepción en su interior, se colocó detrás de ellos y empezaron a envolverlos sin que Diego, apenas familiarizado con los sistemas de sonar, pudiese detectarlos: el entrenamiento apenas había comenzado, y nadie tenía las habilidades necesarias para hacer frente a algo así. Sólo unas arriesgadas maniobras a lo "Loco Iván", y la salvaje "carga" de Spunkmeyer (que al grito de "¡Redención!" se abalanzó con su AP sobre dos sumergibles enemigos) consiguieron eliminar a los sumergibles y encarar al gran submarino que les seguía; pero el comandante enemigo era un veterano astuto que consiguió que le siguiesen en tiempo suficiente para que dos aviones comenzasen a lanzar cargas de profundidad sobre los Edgerunners. Tras varios desesperados intentos, varias inmersiones y emersiones rápidas y recibir varios daños por las cargas, consiguieron coger de frente a su adversario a una distancia suficiente para que los torpedos hiciesen su labor. Con libertad de movimiento, no fue complicado emerger y disparar los cohetes defensivos contra los bimotores de superficie. La misión había sido completada, pero evidentemente algo había ido muy mal...